La iluminación es muy importante a la hora de crear nuevos espacios. Juega un papel esencial en la percepción del entorno y en nuestra relación con él, por lo que es fundamental pensar en ella y diseñarla antes de iniciar un nuevo proyecto.
Antes de iniciar la fase de construcción y cableado, debemos tener claro las actividades que vamos a realizar en cada estancia para decidir que tipo de iluminación necesitamos: los puntos de luz directa, el color de la iluminación, la luz general… Un buen planteamiento inicial, es fundamental para que el proyecto se desarrolle correctamente y podamos obtener los mejores resultados.
Cada temperatura de color tiene su propósito, por lo que no debemos mezclar temperaturas de color diferentes. Recuerda, por ejemplo, que las temperaturas de color cálidas favorecen a la relajación y son fundamentales para el descanso
Del mismo modo afecta el nivel de la luz. Si buscas tranquilidad y relajación, se deberán utilizar niveles de luz bajos. Por otra parte, en aquellas zonas destinadas a relajarse, charlar o para cenar, se recomienda una luz focalizada. Es decir, que la luz se dirija directamente hacia la mesa o el sillón de lectura. Para ello, te puedes ayudar de lámparas colgantes, de pie o sobremesa.
Por el contrario, se puede utilizar una luz más dispersa y general en el aseo o cocina. En estos espacios, la mejor opción es evitar los contrastes de luz que puedan crear fatiga visual. Con los contrastes el ojo debe adecuarse, lo cual no es recomendable al estar realizando tareas como estudiar o cocinar.