La americana es un tipo de cocina que poco a poco se abre paso en los diseños de reforma o nueva construcción de vivienda individual. Los detractores de este tipo de cocina esgrimen que los olores pueden extenderse por toda la casa a la hora de cocinar. También alegan que es poco elegante recibir gente cuando la cocina se une a otras estancias de uso común. Pese a estos puntos de vista, las cocinas americanas cuentan con magnificas ventajas. Hoy te hablamos de ellas.
Diseños en cocinas dignos de enseñar
Las cocinas de hoy en día no tienen nada que ver con las cocinas de nuestras abuelas. Las cocinas de carbón, o las de gas dejan paso a las eléctricas que no ensucian. Las cocinas antiguas no contaban con extractores o estos eran tan básicos que aspiraban muy poco. Los nuevos extractores son muy potentes, tanto que rara vez hay una invasión de humos.
La cocina es, por lo general, el espacio más caro de toda la casa. El mobiliario de cocina junto con los electrodomésticos son los responsables de esa inversión. Las líneas actuales buscan generar espacios prácticos, limpios, y ante todo, estéticos. Además se pueden buscar espacios de transición estéticos que ayuden a generar una unidad estética.
Nuevos modos de vivir y compartir
La forma que nos relacionamos y vivimos también favorece a las cocinas abiertas. De las familias numerosas con varias generaciones se ha pasado a familias más pequeñas y a la generación de solteros, parejas sin hijos, etc. La mayoría de los adultos en edad laboral realizan su labor fuera del hogar.
El tiempo de compartir se ha reducido y los tiempos para estar juntos también. Una cocina integrada junto con otros espacios comunes favorece la comunicación y maximiza la relación. Muchas cocinas se han convertido en espacios de reunión familiar y de amigos. Cocinar es una tarea para compartir, aprender y disfrutar.
Además la persona que cocina no se siente sola. Con estas cocinas abiertas cada miembro de la familia puede hacer sus cosas sin perder el contacto con el resto. También es perfecto para que los padres puedan vigilar lo que hacen los niños pequeños mientras preparan la cena.
También lo que cocinamos ha cambiado. Hoy en día las personas prefieren comprar productos preparados o semi preparados, con el objetivo de que cocinar sea más fácil y más limpio.
Espacios más luminosos y grandes
Las cocinas abiertas al eliminar barreras arquitectónicas, ganan iluminación natural y espacio. El espacio no es sólo una cuestión física sino también perceptiva. Las zonas abiertas generan la ilusión de amplitud. También se pierden espacios muertos y recovecos. Y la organización de espacios es más libre y versátil. Cualquier estilo cabe dentro de una cocina americana. Es sólo cuestión de mantener cierto orden estético y de generar espacios de transición. La transición se consigue con espacios intermedios que guardan cierta lógica. Por ejemplo barras, zonas de comedor, etc. Si tenemos dudas sobre la conveniencia o no de este tipo de cocinas, podemos colocar puertas correderas de pared a pared entre zonas. Por último, hay que destacar que estas cocinas son ideales para espacios pequeños, ya que como hemos dicho, iluminan, ganan espacio y generan la sensación de amplitud.