El frigorífico es uno de los electrodomésticos que más consumen. De hecho, un frigorífico puede suponer casi el 20% de la factura eléctrica. Para evitarlo lo ideal es contar con un aparato de clase A++ y seguir una serie de consejos.
Retira el frigo cada cierto tiempo para evitar que se acumule suciedad en la parte trasera. Aunque no nos parezca importante, la falta de limpieza puede aumentar el consumo un 15%.
Mantén las gomas aislantes de la puerta en buen estado, para evitar fugas de temperatura constantes.
Coloca los refrigeradores en zonas ventiladas y frescas. Evita colocarlos cerca de zonas de calor como hornos, radiadores o lejos del sol.
No metas alimentos calientes en el frigo. Es una tentación, pero deja que el alimento se enfríe antes.
Antes de abrir la puerta, piensa qué quieres. Evita abrir para ver qué cojo. Mantener un frigo limpio y ordenado te evitará pérdidas de tiempo rebuscando y de que haya alimentos caducados.
Mantén una temperatura adecuada. Cada grado por debajo de lo necesario aumentará la factura un 5% por este concepto.
Si tu congelador hace escarcha, no dejes que el hielo salga por la puerta. Si la capa de hielo es superior a 3mm tu factura se incrementará hasta un 30%.
Cuanto más lenta es la descongelación, mejor para el producto descongelado. Pero también puedes aprovechar para ahorrar. En vez de descongelar a temperatura ambiente hazlo en el frigo. El proceso será un poco más lento, pero aprovechas el frio. Eso que te ahorras.
En la medida de lo posible acorta los tiempos con la puerta del frigo abierta. De esa manera perderás el frio acumulado.
Utiliza cajas de plástico para ordenar productos. Por ejemplo, una caja para los embutidos, otra para las salsas. Eso evitará que andes buscando y el tiempo será mucho menor. También te facilitará la limpieza.