¿Cómo es la iluminación de tu cocina? Como expertos en cocinas tenemos la certeza de que es una de las estancias más utilizadas así que… lo lógico es contar con un buen alumbrado, ¿no? Tanto si es así como si no, toma nota de nuestras recomendaciones para saber qué hacer o mejorar.

→ Aprovecha la luz natural

Sí, la luz artificial es muy útil en determinadas zonas, pero si tienes la posibilidad de emplear luz natural… ¡no la desaproveches! ¿Tienes ventanas o cristaleras en tu cocina? Despéjalas. Permite que los rayos del sol inunden la estancia. Es aconsejable que evites situar muebles o electrodomésticos altos en esa zona. Tampoco se recomienda el uso de visillos o cortinas muy opacas, porque estarás dificultando el paso de luz.

→ Ayúdate de la iluminación general

Lámparas de techo, focos empotrados… el caso es iluminar la estancia de forma general. Si bien puede que necesites alumbrar alguna zona de forma más específica, siempre hay que contar con una luz uniforme que te acompañe mientras estés en la cocina. No olvides que recurrirás mucho a esta iluminación; por eso, instala opciones económicas.

→ Alumbra por zonas

Dependiendo de la tarea que vayas a realizar, tal vez te conviene tener más iluminadas unas zonas que otras o alumbrar un solo punto de la cocina. Si bien la iluminación general es un aspecto básico, no siempre es la más aconsejable. Ten en cuenta que habrá ocasiones en las que no necesites una iluminación constante, sino un solo foco de luz (si solo estás usando la encimera, por ejemplo).

→ Sácale partido al LED

Se trata de un recurso discreto, eficiente y económico. Los LED pueden distribuirse en tiras por la encimera, la despensa… o cualquier rincón donde no llegue bien la luz natural o en el que no siempre sea suficiente la iluminación general. De esta manera conseguirás la homogeneidad necesaria para evitar cansar tu vista.

→ Ilumina desde dentro

Unos buenos halógenos pueden proporcionarte la luz que necesita el interior de tu armario. Los hay de consumo mínimo y pueden resultar muy útiles cuando estés buscando algo en las baldas o cajones. Así podrás evitar encender otras luces.

→ Atiende al color

Sí, la luz tiene color y a cada zona le conviene uno.

  • Áreas de trabajo, encimera… Lo ideal es una luz blanca y fría, que no provoque efectos de sombras mientras realizas tareas.
  • Office (el espacio dedicado a la charla, el aperitvo…). Sirven las luces cálidas.

 

¿Has apuntado bien estas claves? ¡Ponlas en práctica y verás lo útiles que resultan!

Sigue pendiente de nuestras publicaciones, aún tenemos muchos truquitos que desvelar…