¿Estás a oscuras a la hora de planificar la iluminación de tu cocina? ¿Vas a reformar la cocina y no sabes por donde empezar a iluminarla? ¡Te echamos una mano!  La iluminación forma parte de la decoración y es uno de esos aspectos que hacen que todo resulte más confortable, por lo que es muy importante darle el mimo que se merece. No solo hace falta una buena iluminación general, si no que hay que prestar atención a los puntos de luz en la cocina.

Una de las mejores maneras de diseñar la iluminación de la cocina es dividirla por áreas según su funcionalidad y jugar así con diferentes puntos de luz en la cocina. Dedicar la luz más fría a los espacios de preparación de alimentos y apostar por iluminaciones cálidas para zonas de disfrute.

Por tanto, define los usos de la cocina para jugar con la iluminación e iluminar bien las zonas que vas a usar. Piensa en cada actividad para evitar dejar zonas a oscuras. ¡Es muy molesto cocinar entre sombras!

Por ejemplo, puedes iluminar la zona en la que cocinas y también donde preparas los alimentos. Para ello, puedes colocar luz debajo de los muebles altos o en la campana. Si no tienes muebles altos puedes colocar focos orientables en la pared.

También puedes destacan la iluminación interior de los muebles. No solo estilizará su imagen visual, sino que maximizará su funcionalidad en el día a día.

Respecto a la luz general, es básico contar con una luz uniforme y constante, por lo que una buena opción puede ser distribuir focos empotrados por todo el techo de la cocina. Otra opción interesante es la de elegir una iluminación regulable para poder jugar con la intensidad y tonalidad, así se podrá ajustar dependiendo del momento y la ocasión