El fregadero es un elemento básico en la cocina. Su espacio ha ido reduciéndose a medida que ha ido perdiendo funciones. La aparición de los lavavajillas, y sobre todo, el uso generalizado de estos ha sido el responsable de esa evolución. Hoy en día, los fregaderos son, por lo común, un espacio de toma de agua para lavar alimentos, coger agua o mantener la higiene.

 

Su función, pese a los cambios, sigue siendo primordial. Pero con qué tamaño, forma, material o diseño son algunas de las cuestiones. Y por si esto fuera poco, hoy incorporamos su tipo de colocación. En este sentido nos encontramos con dos posibilidades: sobre o bajo la encimera, como las más habituales.

De acero inoxidable, cristal, sintético, tectonite o composite de resina con cargas minerales, y por qué no, los vintage de porcelana o granito son algunas de las ofertas del mercado. De cualquier manera el acero inoxidable sigue siendo el rey.  Los colocados sobre la encimera son los más demandados tradicionalmente, y por tanto, los más económicos.

La mayor oferta comercial se centra en este tipo de fregadero, sin embargo hoy en día, van imponiéndose diseños que evitan los rebordes sobre la encimera. Ese espacio suele ser más complicado de limpiar y, de alguna forma, rompe la línea de las encimeras, especialmente cuando elegimos materiales de alto valor.

Y es que el fregadero sobre encimera está pensado para proteger encimeras que se dañarían con el agua de no contar con ese diseño. Sin embargo, ese problema queda resuelto con las silestone o piedra.

Es cierto, que la resistencia de los fregaderos bajo encimera o enrasados es menor en cuanto a soportar pesos. Muchos profesionales los colocan sólo con silicona. Con el paso del tiempo y el uso continuado, es posible que las siliconas cedan, si su uso es muy intensivo y lo sometemos a importantes cargas de peso.

Por último, dentro de la moda vintage, encontramos los colocados sobre el mueble. Este tipo de montaje parece ir a contracorriente de los estilos minimalistas o limpios. Su intención es defender la presencia del fregadero, mostrándolo.  Sin embargo, también puede ir bajo la línea de la encimera.